
¿Flores Secas Eternas? ¡Descubre el Secreto de su Duración!
Share
¡Ay, mis preciosas! Las flores secas se están poniendo súper de moda, ¿verdad que sí? Es que son una maravilla para decorar cualquier sitio, desde nuestro hogar hasta tiendas divinas, oficinas elegantes, salones de belleza con mucho estilo, ¡y hasta para bodas de ensueño! Le dan un toque de color y una textura rústica que enamora, ¡y te aseguro que no faltarán los piropos de quien las vea!
Y no solo son preciosas y perfectas para regalar (¡y autorregalarnos, que también nos lo merecemos!), sino que además, ¡duran un montón más que las flores frescas! Así podemos disfrutar de su belleza por mucho, mucho tiempo.
Pero, a ver, a ver… ¿cuánto tiempo nos duran realmente? Pues eso depende de varias cositas, ¡y te las voy a contar todas, eh! Sigue leyendo y lo descubrirás…
Entonces, ¿cuánto duran las flores secas?
Imagínate esta escena: Un jarrón blanco súper chic, con forma de concha, ¡a rebosar de flores secas de mil colores! ¡Una auténtica fantasía!
A las flores secas las llaman “eterna”, pero, seamos sinceras, ¡eterna, eterna, no son! Pero, ¿cuánto nos van a durar, siendo realistas?
La respuesta corta, mi cielo, es: depende. La forma en que las secamos, dónde las colocamos y si las cuidamos con mimo, todo eso influye en cuánto tiempo van a estar preciosas nuestras flores secas.
Pero, en general, si son de buena calidad y las cuidamos bien, unas flores secas pueden durarnos hasta dos e incluso tres años. ¡Fíjate qué maravilla! Y si las han decolorado o teñido, ¡puede que aguanten aún más!
¿Y qué pasa con las flores preservadas?
¡Espera un momento! ¿Pero no son lo mismo flores secas y flores preservadas? Pues no, mi vida, no son exactamente iguales. Aunque secar es una forma de preservar las flores, no es lo mismo que preservarlas, ¡ojo!
Las flores secas han pasado por un proceso de deshidratación para quitarles toda la humedad natural. Las flores preservadas, en cambio, les han quitado la savia y la humedad y las han rellenado con glicerina. Este proceso es más largo y complicado que simplemente secar, pero ¡mira qué resultado! Ayuda a que las flores conserven su color y su forma natural, ¡y parecen mucho más vivas!
Las flores preservadas, si las dejamos así al aire libre, nos van a durar más o menos lo mismo que las secas. Pero, ¡agárrate! Si las guardamos en un sitio cerrado, como una vitrina de cristal, ¡pueden durar hasta diez años! ¡Una década, mi cielo, una década!
¿Qué flores secas son las que más duran?
Imagínate ahora: Un ramito súper delicado de lavanda seca, atado con cuerda rústica. ¡Pura dulzura!
No todas las flores secas son iguales, ¡qué va! Algunas se secan mejor y duran más que otras. Algunas de las mejores y más duraderas son: la paniculata (o "nube", ¡tan mona ella!), la lavanda (¡que además huele de maravilla!), la hortensia, las rosas y las amapolas.
¿Pierden color las flores secas?
Ahora visualiza esto: Unas rosas blancas y moradas, ya secas, sobre una mesa de madera. ¡Un toque vintage precioso!
Pues sí, mi vida, al secarse, las flores pierden un poco de su color vibrante y pueden empezar a verse más apagadas. Algunas formas de secar las flores ayudan más a conservar el color que otras, sobre todo el método de secado con gel de sílice.
Es verdad que ese color más suave les da un toque rústico muy especial, que a muchas nos encanta. Pero también es verdad que muchas veces hay que teñirlas para darles un color más vivo, ¡y quedan espectaculares!
Si tus flores secas están teñidas, lo normal es que no pierdan el color en mucho tiempo, sobre todo si las tienes en las condiciones ideales. Y hablando de condiciones ideales…
Condiciones perfectas para lucir tus flores secas
- Nada de sol directo: El sol nos decolora la ropa, las alfombras, los cuadros… ¡hasta el pelo! Pues claro, las flores secas tampoco se libran de los rayos del sol, ¡que son muy dañinos! Lo mejor es ponerlas en un sitio donde no les dé el sol directo. Así que, si pensabas ponerlas delante de una ventana que mira al sur, ¡mejor busca otro rinconcito!
- Huye de la humedad: A las flores secas no les va nada bien la humedad. ¡Si ya les hemos quitado toda el agua! En cuanto tocan el agua, los tallos y los pétalos se ponen blanditos, se estropean y se pueden poner marrones. Y si están teñidas, ¡pueden soltar el tinte! Además, con la humedad les puede salir moho, ¡y eso no lo queremos! Así que, nada de sitios húmedos como baños o cocinas, ¡ojo con esto!
- Mira, pero no toques: Las flores secas son súper delicadas, ¡hay que tratarlas con mucho mimo! Lo bueno es que no hace falta tocarlas mucho, ¿sabes? No son como las flores frescas, que tenemos que cambiarles el agua o quitarles las hojas feas. Las secas, las colocas y… ¡te olvidas!
Y además, ¡importantísimo! Ponlas en un sitio seguro, donde no se puedan caer o donde no las vaya a tirar nadie al pasar, ¡ni el gato travieso subiéndose a los muebles!
Consejos extra para cuidar tus flores secas (¡y que duren aún más!)
Ramillete de flores secas naturales, ¡pura belleza!
Si quieres ir un paso más allá y que tus flores secas duren años y años, aquí tienes un par de truquitos extra:
- Un spray protector, ¡y listas!: Si quieres darles una capa extra de protección, puedes comprar un spray especial para flores secas. Les ayuda a que no se decoloren, a que no se llenen de polvo, a protegerlas de la humedad y a que no se pongan feas. ¡Pero ojo! Hay que echárselo al aire libre, que el olor puede ser un poco fuerte.
Con tres capitas finas, ¡quedarán protegidas del agua y de los rayos UV! Y además, quedan con un aspecto natural y mate, ¡preciosas! Y también ayuda a que los pétalos no se rompan tan fácilmente, ¡que son muy delicados! Si no tienes spray, en un apuro puedes usar laca para el pelo, ¡pero protege menos de los rayos UV!
- Un plumero de vez en cuando: Como todos los adornos, las flores secas al final acaban cogiendo polvo, ¡es normal! De vez en cuando, pásales un plumero suave o un paño seco con mucho cuidado para quitarles el polvo y que sigan luciendo divinas.
¡Y ya está, mi cielo! Con estos consejitos, tus flores secas estarán siempre perfectas y te alegrarán la vista durante muchísimo tiempo. ¡A disfrutar de su belleza eterna! (Bueno, casi eterna 😉).